lunes, octubre 20

Amor y Compromiso

Amor, palabra definida como sentimiento que mueve a desear que la realidad amada, otra persona, un grupo humano o alguna cosa, alcance lo que juzga su bien a procurar que ese deseo se cumpla y a gozar como bien propio el hecho de saberlo cumplido. Creo que a veces es un poco frío comenzar un ensayo de esta índole con una definición, pero juzgo que es necesario para poder comenzar.

Hoy por hoy le damos distintos usos a estas dos palabras, amamos esto, amamos aquello, me comprometo a tal cosa, este es mi compromiso, te amo, etc. No escatimamos en seudo usar la palabra Amor, pero sin embargo, la palabra que nos da más pavor es Compromiso. En estos momentos las cosas son tan rápidas, mecanizadas, poco a poco estamos perdiendo la capacidad de amar verdaderamente, con profundidad y ligado a un compromiso. Todo esta convirtiéndose en sexo rápido y frío, la predicción de Huxley se acerca a pasos agigantados, son pocas las parejas que a la fecha sienten un amor verdadero. Estamos en la era de las comunicaciones incomunicativas, en la era de la sobreexplotación laboral autoexigida, de la intolerancia hacia el alma humana, todos fenómenos creados por nosotros mismos.

La naturaleza tiende a la entropía, va hacia la autodestrucción, la naturaleza se come a si misma, la naturaleza (uso este sustantivo repetidas veces) tiene intrínseca dos elementos importantes ambos, la vida y la muerte. Los seres vivos, todos, tienen el poder de continuar con la especie y el germen de su propia destrucción, sin embargo los humanos tenemos un “plus”, que es el hecho de que podemos crear cosas más allá de lo corpóreo, un par de estas cosas son el motivo de mi ensayo.

Si bien hoy vivimos en una sociedad antivalórica, yo lucho y soy creyente del verdadero amor sin medida, los humanos somos capaces de mucho, y sin temor a que me llamen iluso, creo que el ser humano con su “plus” (que de ahora en adelante llamaré “humanidad”) puede buscar, encontrar, brindar y mantener el bien para y hacia lo que ama.

Hay distintos tipos de amores, el honesto, el obsesivo, el egoísta y el verdadero, por nombrar algunos. Los más peligrosos y perversos son los amores obsesivos y los amores egoístas. El obsesivo causa daños psicológicos de los amantes, e inclusive daños físicos. El amor egoísta es, a mi juicio, el más dañino de estos dos, es el peor, y es aún más malo cuando se combina con el obsesivo y resulta en el desencadenamiento de los peores horrores y pesadillas. En el amor egoísta solo importa la felicidad y bienestar personal, por lo tanto, solo quiere a la otra persona para sí y eso concluye en el desgaste de la persona en particular y de la relación. Entonces cuando vemos todo oscuro encontramos una luz en que cobijarnos que es el amor verdadero. Quien ama de esta forma sigue algunos principios insertos en el concepto de este amar, a continuación expondré un ejemplo para entenderlo de mejor manera. Amante 1 (A1) ama verdaderamente a Amante 2 (A2), por consiguiente, A1 siempre va a querer lo mejor que estime A2 y siempre va a querer la felicidad de A2 aunque A2 no ame de la misma forma a A1. Esto es ya que el amor verdadero acepta al otro tal y como es, no lo limita y no trata de aprisionarlo en una caja o encadenado al lado de sí mismo. No espera nada del otro, simplemente por que lo ama sin querer cambiarlo.

Ahora dicho esto, usted lector pensará “que utópico o idealista es esto, ¿Cómo puede llevarse a la realidad?” Bueno yo responderé a esa bien fundada pregunta. Aquí entra en acción el “compromiso”. Suena forzoso al principio, paradojal y contradictorio ¿amor verdadero y compromiso? Si es factible, cuando dos personas se aman profunda y verdaderamente, adquieren una responsabilidad con el otro, de protegerlo y cuidarlo, pero que conste no aprisionarlo, bajo mi terminología la vida es una cruenta y horrible batalla, en la que estamos total y absolutamente solos. Cuando nos amamos con alguien pasamos a ser parte de la vida del otro, por lo tanto, ya no estamos solos en el campo de batalla, si o que, tenemos a un compañero de lucha por el cual estaríamos dispuestos a dar la vida misma por su bienestar, y si es necesario hacer lo que el otro cree que es correcto para si, debemos hacerlo. En el “compromiso”, se batalla contra la vida y el primero que deja el campo de batalla pierde. En el “compromiso es donde se ve la capacidad de la gente para sortear distintos peligros y obstáculos.

Pero me falta algo, si un algo, este algo es demasiado importante como para dejarlo de lado, bueno todo esto es muy importante ya que conforma parte de un todo. Pero debo hablar necesariamente de este algo. Es la atracción física y corpórea que comprende al sexo.

Al verdadero amor jamás le ha importado el cascaron, es tan solo parte de lo que se ama, pero la forma más hermosa de concretizar el amor verdadero, es el sexo, que en una relación se llama “hacer el amor” y es a mi parecer el mejor nombre ya que es específicamente eso, se “hace” el amor, se materializa, y es mutuo, ambos lo consienten. Pero existen “factores externos” que siempre quieren que se evite, por el simple hecho de “prevenir” ciertas “situaciones”. Entre ellas las ETS y los hijos a edad temprana, ahí es donde la “responsabilidad” toma aparición, desde buscar formas de anticoncepción y protección, hasta por preocuparse que es lo que piensa el otro. Nuestra “humanidad” nos pide materializar nuestro amor y el enfrentarnos a estos “factores externos” es lo que nos hace fuertes.

No obstante, existe un último factor, “la voluntad” que es el querer hacer las cosas, el sacrificar ciertas cosas por nuestro amor. Por que el fin último, es ganar esta batalla juntos, siempre juntos, así yo creo que se obtiene la felicidad máxima, ganar la batalla y que los amantes se amen por siempre.

Es tan solo que a veces uno debe saltar, debe hacer todo lo humanamente posible por vivir para quien ama y hacer a un lado todo lo demás y ser y amar, tan solo amar…